La Biblia es el libro sagrado para más de
mil millones de cristianos. Incluso decimos que es "la palabra
de Dios". En esta sección vamos a ver porqué
es sagrada, qué tiene de divino. En la sección del
proceso de formación de la Biblia vimos que: 1º La Biblia
se escribió a lo largo de más de mil años y
por muchos autores, 2º Dios no "dictaba" nada a los
autores, ni se les aparecía en sueños para contarles
lo que tenían que escribir; y 3º los libros expresan
la fe de un pueblo y la voluntad de Dios.
"Palabra
de Dios" y obra humana. Inspiración |
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Explicar que un libro de la Biblia es de tal autor,
que vivió en tal época y lugar, con unas influencias
e intenciones determinadas, es relativamente fácil. Esto
sería igual a cualquier otra obra escrita. Pero ¿cómo
explicar que es "palabra de Dios".
Cuando decimos que la Biblia es Palabra de Dios
afirmamos que contiene lo que Dios ha comunicado al hombre. Pero
en realidad es falso decir que la Biblia es "sólo"
Palabra de Dios ya que también es palabra (=creación)
del redactor material del texto. Se puede decir, por tanto, que
la Biblia es una obra de colaboración entre Dios y el hombre
y que tiene, dos autores: al hombre (hagiógrafo) y a Dios.
Puesto que los distintos libros de la Biblia son
obra de Dios y del hombre ¿cómo participa Dios en
la redacción definitiva si no se apareció ni les dictó
nada? La influencia divina sobre los escritores se conoce como inspiración
divina. La inspiración divina es "la acción que
Dios ha ejercido sobre los autores sagrados para inducirlos a escribir
cuanto él quería decir" (DV 9). Ni el pueblo
del Antiguo Testamento ni la Iglesia tienen claro cómo entender
esa acción de Dios sobre lo escritores bíblicos. La
inspiración no es una especie de posesión ni de dictado,
sino el medio por el que Dios participa en la elaboración
del texto bíblico. La Biblia tiene, así, dos auténticos
autores: Dios y el hombre, siendo una única obra. Esto implica
que habrá que atender a lo que Dios quiere decirnos y conocer
la condición del autor, cuándo vivió, fuentes
en las que se basó, cultura de su tiempo, intención
que tenía, lenguaje propio de la época...
Esta "doble autoría", humana y
divina, es la que explica que en el texto sagrado encontremos contenidos
que no son edificantes. Con frecuencia aparecen fragmentos en los
que se anima a la venganza, al rencor o se ponen normas que a los
ojos del hombre moderno son injustas o inmorales. Esto se debe por
una parte a que es obra humana, y por lo tanto puede incurrir en
categorías culturales, costumbres o juicios de valor válidos
en la época del autor humano (hagiógrafo), pero que
hoy no se pueden admitir. Por otra parte hay que tener en cuenta
que Dios se revela, se da a conocer él y su mensaje, de forma
progresiva. A los primeros autores les inspiró conceptos
e ideas muy básicas. Con el paso del tiempo, Dios se ha ido
revelando más y más, de forma que la revelación
plena se da en Jesús de Nazaret. Todo lo que no sea Jesús,
es una revelación o mensaje incompleto, por ello, todo lo
que de imperfecto vemos en la Biblia, especialmente en el Antiguo
Testamento, hay que atribuirlo a que todavía no está
todo revelado.
Para explicar de forma plástica la "doble
autoría" de la Biblia, se me ocurre compararla a un
vaso de agua no muy limpia, con impurezas (que representa lo que
aporta el hombre al texto sagrado) al que añadimos un poco
de azúcar y disolvemos (parte divina). La mezcla no hace
que desaparezcan las impurezas del agua, pero sí hace que
el agua esté azucarada. El creyente está firmemente
convencido de que la Biblia no sólo es la obra de unos hombres,
todos ellos imperfectos, sino que además tiene algo de Dios.
Pero la inspiración divina no anuló nada de lo humano,
no hizo que el texto fuera perfecto, solo añadió un
"plus". Por eso si el creyente lee la Biblia no es porque
sea perfecta o una magnífica obra de literatura, sino porque
en ella encuentra algo de Dios, porque Dios les sigue hablando a
través de esos textos.
Inspiración
y revelación |
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La revelación de Dios es la "autocomunicación
divina", cuando Dios se da a sí mismo a conocer o da
algo a conocer a los hombres. Por eso la inspiración no es
lo que Dios comunica o expresa al hombre sino que la inspiración
se ordena a poner por escrito la revelación (DV 11). De esta
manera, la Biblia en sí, como libro carece de valor. Es la
revelación que contiene la Biblia por la inspiración
la que la dota de validez.
¿Se
equivoca la Biblia? |
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Afirmar que la Biblia es Palabra de Dios, saber
que esa literatura ha sido escrita bajo la guía y aprobación
de Dios no obliga a pasar por alto las numerosas incorrecciones
y errores evidentes que contiene. Con el paso del tiempo muchas
de las afirmaciones de la Biblia sobre historia o ciencias se han
demostrado como falsas. Esto se debe a que el mensaje de Dios se
ha transmitido mediante unos autores que tenían unos determinados
conocimientos, los de su época, y una manera de pensar, las
de su pueblo. Si la Biblia se equivoca en cuestiones de Historia
o de ciencia ¿se equivoca en todo? ¿por qué
seguimos leyéndola? Porque para el creyente sigue siendo
verdadera pero no para asuntos de Historia o de ciencia sino para
su salvación: "los libros de la Escritura enseñan
firmemente, con fidelidad y sin error la verdad que Dios quiso consignar
en las sagradas letras para nuestra salvación"
(DV 11). "Para nuestra salvación" indica que la
finalidad y orientación de la Biblia no es aprendamos Historia
o cuestiones de ciencias, sino que está escrita para que
en ella descubramos el camino hacia Dios.
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