1. EL SEMBRADOR
Mateo13, 3-9
3 Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: "Una
vez salió un sembrador a sembrar. 4 Y al sembrar, unas semillas cayeron
a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. 5 Otras cayeron
en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no
tener hondura de tierra; 6 pero en cuanto salió el sol se agostaron y,
por no tener raíz, se secaron. 7 Otras cayeron entre abrojos; crecieron
los abrojos y las ahogaron. 8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto,
una ciento, otra sesenta, otra treinta. 9 El que tenga oídos, que oiga."
Marcos 4, 2-9
2 Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía
en su instrucción: 3 "Escuchad. Una vez salió un sembrador
a sembrar. 4 Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo
del camino; vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó en
terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida
por no tener hondura de tierra; 6 pero cuando salió el sol se agostó
y, por no tener raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre
abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Otras partes
cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto;
unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento." 9 Y decía:
"Quien tenga oídos para oír, que oiga."
Lucas 8, 4-8
4 Habiéndose congregado mucha gente, y viniendo a él de todas
las ciudades, dijo en parábola: 5 "Salió un sembrador a sembrar
su simiente; y al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue
pisada, y las aves del cielo se la comieron; 6 otra cayó sobre piedra,
y después de brotar, se secó, por no tener humedad; 7 otra cayó
en medio de abrojos, y creciendo con ella los abrojos, la ahogaron. 8 Y otra
cayó en tierra buena, y creciendo dio fruto centuplicado." Dicho
esto, exclamó: "El que tenga oídos para oír, que oiga."
Explicación de Jesús a la Parábola
"El Sembrador"
Mateo13, 18-23
18 "Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. 19 Sucede
a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno
y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado
a lo largo del camino. 20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la
Palabra, y al punto la recibe con alegría; 21 pero no tiene raíz
en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación
o persecución por causa de la Palabra, sucumbe enseguida. 22 El que fue
sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las preocupaciones
del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin
fruto. 23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra
y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro
sesenta, otro treinta."
Marcos 4, 13-20
13 Y les dice: "¿No entendéis esta parábola?,¿Cómo
entonces,comprenderéis todas las parábolas? 14 El sembrador siembra
la Palabra. 15 Los que están a lo largo del camino donde se siembra la
Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva
la Palabra sembrada en ellos. 16 De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso
son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría,
17 pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes;
y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa
de la Palabra, sucumben en seguida. 18 Y otros son los sembrados entre los abrojos;
son los que han oído la Palabra, 19 pero las preocupaciones del mundo,
la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden
y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. 20 Y los sembrados en tierra buena son
aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta,
otros ciento."
Lucas 8, 11-15
11 "La parábola quiere decir esto: La simiente es la Palabra de
Dios. 12 Los de a lo largo del camino, son los que han oído; después
viene el diablo y se lleva de su corazón la Palabra, no sea que crean
y se salven. 13 Los de sobre piedra son los que, al oír la Palabra, la
reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por
algún tiempo, pero a la hora de la prueba desisten. 14 Lo que cayó
entre los abrojos, son los que han oído, pero a lo largo de su caminar
son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida,
y no llegan a madurez. 15 Lo que en buena tierra, son los que, después
de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto,
y dan fruto con perseverancia."
2. EL TRIGO Y LA CIZAÑA
Mateo13, 24-30
24 Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos
es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. 25 Pero,
mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña
entre el trigo, y se fue. 26 Cuando brotó la hierba y produjo fruto,
apareció entonces también la cizaña. 27 Los siervos del
amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla
buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?" 28
El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle
los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?" 29
Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis
a la vez el trigo. 30 Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo
de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y
atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero.»
3. EL GRANO DE MOSTAZA
Mateo13, 31-32
31 Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante
a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo.
32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando
crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de
que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»
Marcos 4, 30-32
30 Decía también: «¿Con qué compararemos el
Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? 31 Es como un
grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña
que cualquier semilla que se siembra en la tierra; 32 pero una vez sembrada,
crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que
las aves del cielo anidan a su sombra.»
Lucas 13, 18-19
18 Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de
Dios? ¿A qué lo compararé? 19 Es semejante a un grano de
mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció
hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»
4. LA LEVADURA EN LA MASA
Mateo13, 33
33 Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante
a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de
harina, hasta que fermentó todo.»
Lucas 13, 20-21
20 Dijo también: «¿A qué compararé el Reino
de Dios? 21 Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió
en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»
5. CIEGO QUE GUÍA A OTRO CIEGO
Mateo 15, 14
14 «Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía
a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.»
Lucas 6, 39
39 Les añadió una parábola: «¿Podrá
un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?»
6. VIÑADORES HOMICIDAS
Mateo21, 33-46
33 «Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó
una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar
y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó.
34 Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los
labradores para recibir sus frutos. 35 Pero los labradores agarraron a los siervos,
y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. 36 De nuevo envió
otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de
la misma manera. 37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: "A
mi hijo le respetarán." 38 Pero los labradores, al ver al hijo,
se dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle
y quedémonos con su herencia." 39 Y agarrándole, le echaron
fuera de la viña y le mataron. 40 Cuando venga, pues, el dueño
de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»
41 Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable
arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos
a su tiempo.» 42 Y Jesús les dice: «¿No habéis
leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon,
en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es
maravilloso a nuestros ojos 43 Por eso os digo: Se os quitará el Reino
de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.» 45 Los
sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron
que estaba refiriéndose a ellos. 46 Y trataban de detenerle, pero tuvieron
miedo a la gente porque le tenían por profeta.
Marcos 12, 1-12
1 Y se puso a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó
una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó
una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó. 2 Envió
un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte
de los frutos de la viña. 3 Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon
con las manos vacías. 4 De nuevo les envió a otro siervo; también
a éste le descalabraron y le insultaron. 5 Y envió a otro y a
éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando
a otros. 6 Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste,
el último, diciendo: "A mi hijo le respetarán". 7 Pero
aquellos labradores dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos,
matémosle, y será nuestra la herencia." 8 Le agarraron, le
mataron y le echaron fuera de la viña. 9 ¿Qué hará
el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los
labradores y entregará la viña a otros. 10 ¿No habéis
leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en
piedra angular se ha convertido; 11 fue el Señor quien hizo esto y es
maravilloso a nuestros ojos?» 12 Trataban de detenerle - pero tuvieron
miedo a la gente - porque habían comprendido que la parábola la
había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron. Lucas 20, 9-19
9 Se puso a decir al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó
una viña y la arrendó a unos labradores, y se ausentó por
mucho tiempo. 10 A su debido tiempo, envió un siervo a los labradores,
para que le diesen parte
7. LOS INVITADOS A LA MESA
Mateo 22, 1-10
1 Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas,
diciendo: 2 «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró
el banquete de bodas de su hijo. 3 Envió sus siervos a llamar a los invitados
a la boda, pero no quisieron venir. 4 Envió todavía otros siervos,
con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está
preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está
a punto; venid a la boda." 5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno
a su campo, el otro a su negocio; 6 y los demás agarraron a los siervos,
los escarnecieron y los mataron. 7 Se airó el rey y, enviando sus tropas,
dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. 8 Entonces
dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados
no eran dignos. 9 Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis,
invitadlos a la boda." 10 Los siervos salieron a los caminos, reunieron
a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó
de comensales.»
Lucas 14, 16-24
16 El le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó
a muchos; 17 a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados:
"Venid, que ya está todo preparado." 18 Pero todos a una empezaron
a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a
verlo; te ruego me dispenses." 19 Y otro dijo: "He comprado cinco
yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses." 20 Otro dijo:
"Me he casado, y por eso no puedo ir." 21« Regresó el
siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño
de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de
la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos."
22 Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía
hay sitio." 23 Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos
y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." 24 Porque os digo
que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.»
8. INVITADOS SIN VESTIDO DE FIESTA
Mateo22, 11-14
11 «Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había
allí uno que no tenía traje de boda, 12 le dice: "Amigo,
¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" El se quedó
callado. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos,
y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar
de dientes." 14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.»
9. LA HIGUERA QUE ECHA BROTES
Mateo 24, 32-33
32 «De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están
tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33
Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que
El está cerca, a las puertas.»
Marcos 13, 28-29
28 «Fijaos en lo que sucede con la higuera. Cuando sus ramas se ponen
tiernas y brotan las hojas, conocéis que se acerca el verano. 29 Pues
lo mismo vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que El
está cerca, a las puertas.»
Lucas 21, 29-31
29 Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos
los árboles. 30 Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que
el verano está ya cerca. 31 Así también vosotros, cuando
veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca.»
10. MÉDICO, CÚRATE A TI MISMO
Lucas 4, 23
23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico,
cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm,
hazlo también aquí en tu patria.»
11. REMIENDO NUEVO
Mateo 9, 16
16 Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque
lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor.
Marcos 2, 21
21 Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues
de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del
viejo, y se produce un desgarrón peor.
Lucas 5, 36
36 Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido
nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo, desgarraría el
nuevo, y al viejo no le iría el remiendo del nuevo.»
12. VINO NUEVO
Mateo 9, 17
17 «Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo,
los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder;
sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan.»
Marcos 2, 22
22 «Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el
vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino
como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.»
Lucas 5, 37-39
37 «Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el
vino nuevo reventaría los pellejos, el vino se derramaría, y los
pellejos se echarían a perder; 38 sino que el vino nuevo debe echarse
en pellejos nuevos. 39 Nadie, después de beber el vino añejo,
quiere del nuevo porque dice: El añejo es el bueno.»
13. RICO TONTO
Lc 12,16-21
Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron
mucho fruto; [17]y pensaba entre sí, diciendo: ""¿Qué
haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?"" [18]Y dijo:
""Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré
otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes,
[19]y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos
años. Descansa, come, bebe, banquetea."" [20]Pero Dios le dijo:
""¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las
cosas que preparaste, ¿para quién serán?"" [21]Así
es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.»
14. DUEÑO DE CASA Y LLEGA EL LADRÓN
Mateo 24, 42-44
42 «Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá
vuestro Señor. 43 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese
a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en
vela y no permitiría que le horadasen su casa. 44 Por eso, también
vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá
el Hijo del hombre.»
Lucas 12, 39-40
39 «Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora
iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. 40
También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis,
vendrá el Hijo del hombre.»
15. HIGUERA ESTÉRIL
Lucas 13, 6-9
6 Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una
higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró.
7 Dijo entonces al viñador: "Ya hace tres años que vengo
a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para
qué va a cansar la tierra?" 8 Pero él le respondió:
"Señor, déjala por este año todavía y mientras
tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, 9 por si da fruto
en adelante; y si no da, la cortas."»
16. ELECCIÓN DE PUESTO POR LOS INVITADOS
Lucas 14, 7-11
7 Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les
dijo una parábola: 8 «Cuando seas convidado por alguien a una boda,
no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él
otro más distinguido que tú, 9 y viniendo el que os convidó
a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y entonces
vayas a ocupar avergonzado el último puesto. 10 Al contrario, cuando
seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando
venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba."
Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo
a la mesa. 11 Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que
se humille, será ensalzado.»
17. LA OVEJA PERDIDA
Mateo 18, 12-14
12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría
una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para
ir en busca de la descarriada? 13 Y si llega a encontrarla, os digo de verdad
que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas.
14 De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda
uno solo de estos pequeños.
Lucas 15, 3-7
3 Entonces les dijo esta parábola. 4 «¿Quién de vosotros
que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto,
y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? 5 Y cuando la
encuentra, la pone contento sobre sus hombros; 6 y llegando a casa, convoca
a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado
la oveja que se me había perdido."» 7 Os digo que, de igual
modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador
que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión.
18. EL JUEZ INICUO Y LA VIUDA
Lucas 18, 1-8
1 Les decía una parábola para inculcarles que era preciso orar
siempre sin desfallecer. 2 «Había un juez en una ciudad, que ni
temía a Dios ni respetaba a los hombres. 3 Había en aquella ciudad
una viuda que, acudiendo a él, le dijo: "¡Hazme justicia contra
mi adversario!" 4 Durante mucho tiempo no quiso, pero después se
dijo a sí mismo: "Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres,
5 como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga
continuamente a importunarme."» 6 Dijo, pues, el Señor: «Oíd
lo que dice el juez injusto; 7 y Dios, ¿no hará justicia a sus
elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace
esperar? 8 Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo
del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?»
19. EL FARISEO Y EL RECAUDADOR DE IMPUESTOS (PUBLICANO)
Lucas 18, 9-14
9 Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban
a los demás, esta parábola: 10« Dos hombres subieron al
templo a orar; uno fariseo, otro publicano. 11 El fariseo, de pie, oraba en
su interior de esta manera: "¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy
como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco
como este publicano. 12 Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis
ganancias." 13 En cambio el publicano, manteniéndose a distancia,
no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho,
diciendo: "¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que
soy pecador!" 14 Os digo que éste bajó a su casa justificado
y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el
que se humille, será ensalzado.»
20. LOS TALENTOS
Mateo 25, 14-30
14 «Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó
a sus siervos y les encomendó su hacienda: 15 a uno dio cinco talentos,
a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.
16 Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar
con ellos y ganó otros cinco. 17 Igualmente el que había recibido
dos ganó otros dos. 18 En cambio el que había recibido uno se
fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
19 Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta
cuentas con ellos. 20 Llegándose el que había recibido cinco talentos,
presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me
entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado." 21 Su señor
le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel,
al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."
22 Llegándose también el de los dos talentos dijo: "Señor,
dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado."
23 Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco
has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor." 24 Llegándose también el que había
recibido un talento dijo: "Señor, sé que eres un hombre duro,
que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. 25 Por eso me
dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes
lo que es tuyo." 26 Mas su señor le respondió: "Siervo
malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo
donde no esparcí; 27 debías, pues, haber entregado mi dinero a
los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío
con los intereses. 28 Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que
tiene los diez talentos. 29 Porque a todo el que tiene, se le dará y
le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
30 Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí
será el llanto y el rechinar de dientes."»
Lucas 19, 11-27
11 Estando la gente escuchando estas cosas, añadió una parábola,
pues estaba él cerca de Jerusalén, y creían ellos que el
Reino de Dios aparecería de un momento a otro. 12 Dijo pues: «Un
hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura
real y volverse. 13 Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas
y les dijo: "Negociad hasta que vuelva." 14 Pero sus ciudadanos le
odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: "No
queremos que ése reine sobre nosotros." 15 Y sucedió que,
cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó
llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para
saber lo que había ganado cada uno. 16 Se presentó el primero
y dijo: "Señor, tu mina ha producido diez minas." 17 Le respondió:
"¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo,
toma el gobierno de diez ciudades." 18 Vino el segundo y dijo: "Tu
mina, Señor, ha producido cinco minas." 19 Dijo a éste: "Ponte
tú también al mando de cinco ciudades." 20 Vino el otro y
dijo: "Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada
en un lienzo; 21 pues tenía miedo de tí, que eres un hombre severo;
que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste." 22 Dícele:
"Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un
hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; 23
pues ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así,
al volver yo, lo habría cobrado con los intereses." 24 Y dijo a
los presentes: "Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez
minas." 25 Dijéronle: "Señor, tiene ya diez minas."
26 - "Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no
tiene, aun lo que tiene se le quitará." 27« "Pero a aquellos
enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos
aquí y matadlos delante de mí."»
21. EL TESORO ESCONDIO EN EL CAMPO
Mateo13, 44
44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo
que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría
que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.»
22. LA PERLA PRECIOSA
Mateo13, 45-46
45 «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que
anda buscando perlas finas, 46 y que, al encontrar una perla de gran valor,
va, vende todo lo que tiene y la compra.»
23. RED ECHADA EN EL MAR
Mateo13, 47-50
47 También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa
en el mar y recoge peces de todas clases; 48 y cuando está llena, la
sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles,
separarán a los malos de entre los justos 50 y los echarán en
el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
24. DUEÑO DE CASA QUE SACA LO NUEVO Y LO VIEJO
Mateo13, 52
52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo
del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de
sus arcas lo nuevo y lo viejo.»
25. LA LÁMPARA ESCONDIDA
Marcos 4, 21-23
21 Les decía también: «¿Acaso se trae la lámpara
para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para
ponerla sobre el candelero? 22 Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado;
nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. 23 Quien
tenga oídos para oír, que oiga.»
Lucas 8, 16-17; 11,33
16 «Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la
pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que
entren vean la luz. 17 Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada
secreto que no venga a ser conocido y descubierto.»
33 «Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo
el celemín, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el
resplandor.
26. CON LA MEDIDA QUE MIDAS SERÁS MEDIDO
Mateo 7, 2; 13, 12
7, 2 Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y
con la medida con que midáis se os medirá. 13, 12 Porque a quien
tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aún
lo que tiene se le quitará.
Marcos 4, 24-25
24 Les decía también: «Atended a lo que escucháis.
Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. 25
Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se
le quitará.»
Lucas 8, 18
18 «Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará;
y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará.»
27. EL GRANO QUE CRECE SOLO
Marcos 4, 26-29
26 También decía: «El Reino de Dios es como un hombre que
echa el grano en la tierra; 27 duerma o se levante, de noche o de día,
el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. 28 La tierra da
el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo
abundante en la espiga. 29 Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete
la hoz, porque ha llegado la siega.»
28. LOS DOS HIJOS ENVIADO A LA VIÑA
Mateo 21, 28-32
28 «Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos.
Llegándose al primero, le dijo: "Hijo, vete hoy a trabajar en la
viña." 29 Y él respondió: "No quiero", pero
después se arrepintió y fue. 30 Llegándose al segundo,
le dijo lo mismo. Y él respondió: "Voy, Señor",
y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?»
- «El primero» - le dicen. Díceles Jesús: «En
verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al
Reino de Dios. 32 Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis
en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él.
Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer
en él.»
29. EL REINO DIVIDIDO
Mateo 12, 25a
25 El, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra
sí mismo queda asolado»
Marcos 3, 24
24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede
subsistir.
Lucas 11, 17
17 Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino
dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.»
30 LA CASA DIVIDIDA
Mateo 12, 25b
25 El, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra
sí mismo queda asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí
misma no podrá subsistir.»
Marcos 3, 25
25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá
subsistir.
31. EL FUERTE VENCIDO POR OTRO MÁS FUERTE
Mateo 12, 29
29 «O, ¿cómo puede uno entrar en la casa del fuerte y saquear
su ajuar, si no ata primero al fuerte? Entonces podrá saquear su casa.»
Marcos 3, 27
27 «Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar,
si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa.»
Lucas 11, 21-22
21 «Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están
en seguro; 22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence,
le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos.»
32. LA DACMA PERDIDA (MONEDA PERDIDA)
Lucas 15, 8-10
8 «O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una,
no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta
que la encuentra? 9 Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y
dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido."
10 Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles
de Dios por un solo pecador que se convierta.»
33. EL PADRE QUE DA COSAS BUENAS A SU HIJO
Mateo 7, 9-11
9 «¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan
le dé una piedra; 10 o si le pide un pez, le dé una culebra? 11
Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros
hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los
cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!»
Lucas 11, 11-13
11 «¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide
un pez, en lugar de un pez le da una culebra; 12 o, si pide un huevo, le da
un escorpión? 13 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar
cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del
cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»
34. EL HOMBRE QUE EDIFICA SOBRE ROCA
Mateo 7, 24-27
24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las
ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó
su casa sobre roca: 25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron
los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque
estaba cimentada sobre roca. 26 Y todo el que oiga estas palabras mías
y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que
edificó su casa sobre arena: 27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande
su ruina.»
Lucas 6, 47-49
47 «Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica,
os voy a mostrar a quién es semejante: 48 Es semejante a un hombre que,
al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca.
Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella
casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. 49 Pero el que haya
oído y no haya puesto en práctica, es semejante a un hombre que
edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió
el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella
casa.»
35 LOS NIÑOS QUE JUEGAN EN LA PLAZA
Mateo 11 16-19
16 «¿Pero, con quién compararé a esta generación?
Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros
diciendo: 17 "Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os
hemos entonado endechas, y no os habéis lamentado." 18 Porque vino
Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Demonio tiene."
19 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tenéis
un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores." Y la
Sabiduría se ha acreditado por sus obras.»
Lucas 7, 31-35
31 «¿Con quién, pues, compararé a los hombres de
esta generacíon? Y ¿a quién se parecen? 32 Se parecen a
los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros
diciendo: "Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos
entonando endechas, y no habéis llorado." 33 «Porque ha venido
Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y decís:
"Demonio tiene." 34 Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe,
y decís: "Ahí tenéis un comilón y un borracho,
amigo de publicanos y pecadores." 35 Y la Sabiduría se ha acreditado
por todos sus hijos.»
36. OVEJA (BUEY) QUE CAE AL POZO
Mateo 12, 11-12
11 El les dijo: «¿Quién de vosotros que tenga una sola oveja,
si ésta cae en un hoyo en sábado, no la agarra y la saca? 12 Pues,
¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es
lícito hacer bien en sábado.»
Lucas 14, 5-6
5 Y a ellos les dijo: «¿A quién de vosotros se le cae un
hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?»
6 Y no pudieron replicar a esto.
37. IMPUESTO QUE COBRA EL REY
Mateo 17, 25b-26
25 Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se
anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece,
Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas
o tributo, de sus hijos o de los extraños?» 26 Al contestar él:
«De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto,
libres están los hijos».
38. EL SIERVO CRUEL
Mateo 18, 23-35
23 «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar
cuentas con sus siervos. 24 Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que
le debía 10.000 talentos. 25 Como no tenía con qué pagar,
ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos
y todo cuanto tenía, y que se le pagase. 26 Entonces el siervo se echó
a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo
te lo pagaré." 27 Movido a compasión el señor de aquel
siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. 28 Al salir
de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros,
que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le
decía: "Paga lo que debes." 29 Su compañero, cayendo
a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré."
30 Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel,
hasta que pagase lo que debía. 31 Al ver sus compañeros lo ocurrido,
se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido.
32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado,
yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. 33 ¿No
debías tú también compadecerte de tu compañero,
del mismo modo que yo me compadecí de ti?" 34 Y encolerizado su
señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que
le debía. 35 Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial,
si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.»
39. LOS TRABAJADORES DE LA VIÑA
Mateo 20, 1-16
1 «En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que
salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su
viña. 2 Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día,
los envió a su viña. 3 Salió luego hacia la hora tercia
y al ver a otros que estaban en la plaza parados, 4 les dijo: "Id también
vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo." 5 Y ellos
fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo. 6
Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontar
a otros que estaban allí, les dice: "¿Por qué estáis
aquí todo el día parados?" 7 Dícenle: "Es que
nadie nos ha contratado." Díceles: "Id también vosotros
a la viña." 8 Al atardecer, dice el dueño de la viña
a su administrador: "Llama a los obreros y págales el jornal, empezando
por los últimos hasta los primeros." 9 Vinieron, pues, los de la
hora undécima y cobraron un denario cada uno. 10 Al venir los primeros
pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron
un denario cada uno. 11 Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario, 12
diciendo: "Estos últimos no han trabajado más que una hora,
y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el
calor." 13 Pero él contestó a uno de ellos: "Amigo,
no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario?
14 Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo
mismo que a ti. 15 ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero?
¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?". 16 Así, los
últimos serán primeros y los primeros, últimos.»
40. SIERVO FIEL
Mateo 24, 45-51
45 «¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien
el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su
tiempo? 46 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre
haciéndolo así. 47 Yo os aseguro que le pondrá al frente
de toda su hacienda. 48 Pero si el mal siervo aquel se dice en su corazón:
"Mi señor tarda", 49 y se pone a golpear a sus compañeros
y come y bebe con los borrachos, 50 vendrá el señor de aquel siervo
el día que no espera y en el momento que no sabe, 51 le separará
y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí
será el llanto y el rechinar de dientes.»
Lucas 12, 42-46
42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el
administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente
de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? 43 Dichoso
aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo
así. 44 De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.
45 Pero si aquel siervo se dice en su corazón: "Mi señor
tarda en venir", y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer
y a beber y a emborracharse, 46 vendrá el señor de aquel siervo
el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará
y le señalará su suerte entre los infieles.»
41. LAS DIEZ VÍRGENES
Mateo 25, 1-13
1 «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes,
que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. 2 Cinco
de ellas eran necias, y cinco prudentes. 3 Las necias, en efecto, al tomar sus
lámparas, no se proveyeron de aceite; 4 las prudentes, en cambio, junto
con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. 5 Como el novio tardara,
se adormilaron todas y se durmieron. 6 Mas a media noche se oyó un grito:
"¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!"
7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.
8 Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que
nuestras lámparas se apagan." 9 Pero las prudentes replicaron: "No,
no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis
donde los vendedores y os lo compréis." 10 Mientras iban a comprarlo,
llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al
banquete de boda, y se cerró la puerta. 11 Más tarde llegaron
las otras vírgenes diciendo: "¡Señor, señor,
ábrenos!" 12 Pero él respondió: "En verdad os
digo que no os conozco." 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el
día ni la hora.»
42. EL PASTOR QUE SEPARA OVEJAS DE CABRITOS
Mateo 25, 32-33
32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él
separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de
los cabritos. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su
izquierda.
43 EL HOMBRE QUE SE VA DE CASA
Marcos 13, 33-37
33 «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será
el momento. 34 Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones
a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; 35 velad,
por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la
casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada.
36 No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. 37 Lo que a vosotros
digo, a todos lo digo: ¡Velad!»
44. EL ACREEDOR QUE PERDONA A SUS DEUDORES
Lucas 7, 41-43
41 Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios
y el otro cincuenta. 42 Como no tenían para pagarle, perdonó a
los dos. ¿Quién de ellos le amará más?» 43
Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó
más.» El le dijo: «Has juzgado bien»,
45 EL BUEN SAMARITANO
Lucas 10, 30-37
30 Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén
a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después
de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. 31 Casualmente,
bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. 32 De igual
modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. 33 Pero un
samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo
compasión; 34 y, acercándose, vendó sus heridas, echando
en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le
llevó a una posada y cuidó de él. 35 Al día siguiente,
sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él
y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." 36 ¿Quién
de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos
de los salteadores?» 37 El dijo: «El que practicó la misericordia
con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú
lo mismo.»
46. EL AMIGO INOPORTUNO
Lucas 11, 5-10
5 Les dijo también: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo
a él a medianoche, le dice: "Amigo, préstame tres panes,
6 porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué
ofrecerle", 7 y aquél, desde dentro, le responde: "No me molestes;
la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo
levantarme a dártelos", 8 os aseguro, que si no se levanta a dárselos
por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará
cuanto necesite.» 9 Yo os digo: «Pedid y se os dará; buscad
y hallaréis; llamad y se os abrirá. 10 Porque todo el que pide,
recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá
47 AÑADIR UN CODO ASU ESTATURA
Mateo 6, 27
27 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más
que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?
Lucas 12, 25-26
25 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más
que se preocupe, añadir un codo a la medida de su vida? 26 Si, pues,
no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué preocuparos
de lo demás?
48 SIERVO QUE ESPERA EL REGRESO DE SU AMO
Lucas 12, 35-38
35 «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas,
36 y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para
que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. 37 Dichosos los siervos,
que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá,
los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.
38 Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así,
¡dichosos de ellos!
49 HOMBRE QUE CONSTRUYE UNA TORRE
Lucas 14, 28-30
28 «Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre,
no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? 29
No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los
que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30 "Este comenzó
a edificar y no pudo terminar."
50. REY QUE SE ENFRENTA A OTRO
Lucas 14, 31-32
31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta
antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él
con 20.000? 32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía
una embajada para pedir condiciones de paz.
51. EL HIJO PRÓDIGO
Lucas 15, 11-32
11 Dijo: «Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo
al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde."
Y él les repartió la hacienda. 13 Pocos días después
el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano
donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. 14« Cuando
hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó
a pasar necesidad. 15 Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos
de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos.
16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos,
pero nadie se las daba. 17 Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos
jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí
me muero de hambre! 18 Me levantaré, iré a mi padre y le diré:
Padre, pequé contra el cielo y ante ti. 19 Ya no merezco ser llamado
hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." 20 Y, levantándose,
partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos,
le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello
y le besó efusivamente. 21 El hijo le dijo: "Padre, pequé
contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." 22 Pero
el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle,
ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. 23 Traed el novillo
cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, 24 porque este hijo mío
estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado."
Y comenzaron la fiesta. 25« Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver,
cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas;
26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27 El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado,
porque le ha recobrado sano." 28 El se irritó y no quería
entrar. Salió su padre, y le suplicaba. 29 Pero él replicó
a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé
de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una
fiesta con mis amigos; 30 y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha
devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"
31« Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás
conmigo, y todo lo mío es tuyo; 32 pero convenía celebrar una
fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la
vida; estaba perdido, y ha sido hallado."»
52. EL ADMINISTRADOR INFIEL
Lucas 16, 1-9
1 Decía también a sus discípulos: «Era un hombre
rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar
su hacienda; 2 le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir
de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir
administrando." 3 Se dijo a sí mismo el administrador: "¿Qué
haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar,
no puedo; mendigar, me da vergüenza. 4 Ya sé lo que voy a hacer,
para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas."
5 Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi señor?" 6 Respondió:
"Cien medidas de aceite." El le dijo: "Toma tu recibo, siéntate
en seguida y escribe cincuenta." 7 Después dijo a otro: "Tú,
¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo."
Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta." 8 El señor
alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente,
pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación
que los hijos de la luz. 9 Yo os digo: Haceos amigos con el Dinero injusto,
para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas.»
53. EL POBRE LÁZARO Y EL RICO EPULÓN
Lucas 16, 19-31
19 «Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba
todos los días espléndidas fiestas. 20 Y uno pobre, llamado Lázaro,
que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, 21 deseaba hartarse de lo
que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y
le lamían las llagas. 22 Sucedió, pues, que murió el pobre
y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también
el rico y fue sepultado. 23 «Estando en el Hades entre tormentos, levantó
los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24 Y, gritando,
dijo: "Padre Abraham, ten compasión de mí y envía
a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua,
porque estoy atormentado en esta llama." 25 Pero Abraham le dijo: "Hijo,
recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario,
sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado.
26 Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de
modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí
puedan pasar donde nosotros." 27 «Replicó: "Con todo,
te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo
cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también
ellos a este lugar de tormento." 29 Díjole Abraham: "Tienen
a Moisés y a los profetas; que les oigan." 30 El dijo: "No,
padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán."
31 Le contestó: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco
se convencerán, aunque un muerto resucite."»
54. SIERVO PARA TODO SERVICIO
Lucas 17, 7-10
7 «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando
y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?"
8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para
cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido,
y después comerás y beberás tú?" 9 ¿Acaso
tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? 10 De igual
modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid:
Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer.»